Vengo del futuro y te tengo noticias, en 2028 nos terminamos el calendario para los días conmemorativos. El 29 de septiembre era el día del corazón, el 21 de julio el día del perro, el 9 de octubre el día del huevo y el 10 de enero el día de la gente rara. Para ese año, cada día tuvo una causa, un recordatorio o una conmemoración.
Además, en el futuro confirmamos que tener tantas fechas especiales hace que se olviden. Por eso, decidimos romper el esquema. Desde 2030, sólo recordamos las fechas de asueto, por las que no hay clases ni se trabaja. También, algunas que supieron diferenciarse, como el Día Naranja. ¿Sabes en qué consiste dicha conmemoración?
Por iniciativa de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el Día Naranja se celebra el 25 de cada mes y crea conciencia sobre la violencia contra las mujeres. Es una conmemoración mensual porque busca que la reflexión sobre la violencia contra las mujeres se vuelva cotidiana… así como pagar la renta, tener el periodo o ver la luna llena.
Ante la epidemia del acoso en México del 2019, activistas aprovecharon cada día naranja para evaluar avances y logros de la lucha contra la violencia sexual en espacios públicos, educativos y de trabajo. Contrastando la comunicación oficial con ironía, arte y hechos, mantuvieron el tema en la agenda pública hasta que lograron los cambios buscados. El Día Naranja institucionalizado no fue el que cambió el curso de la humanidad, sino las acciones contra el discurso gubernamental. En ellas, se hacía evidente que todavía quedaba mucho por resolver. Tras décadas de grandes esfuerzos por erradicar la violencia, las personas lograron sus objetivos.
Para el gobierno fueron días naranjas, mientras que para las mujeres hubo días negros, días rojos y días verdes del coraje. Esta fecha se volvió relevante conforme más servía para la sororidad y la organización colectiva. Lo que pasó en redes sociales y en la conversación colectiva en 2019 fue maravilloso, pero de eso no les puedo platicar todavía.
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